Francisco de Asis Fernandez Arellano. Animales invisibles

francisco-de-asisLes invitamos a la lectura de poemas del escritor nicaragüense Francisco de Asis Fernandez Arellano.

 

 

 

Francisco de Asis Fernandez Arellano
Animales invisibles

 

Vamos al nuevo mundo

A mi hermano, Carlos Mejía Godoy

Los escombros espaciales viajan millones de años
agregando trozos gigantes de masa solitaria,
de mármol, oro, diamantes y desperdicios.
Y así por millones de años siguen con su misión celestial
de llegar a ser un planeta con grandes montañas,
riscos, minas, lagos, árboles
de frutas sensuales y medicinales,
truenos y relámpagos.
Unos escombros espaciales que llegan a ser un planeta
habitable como un paraíso terrenal
lleno de pájaros y peces
para que nosotros, los que queramos salvarnos,
podamos trasladarnos, en el mismo cielo,
al nuevo mundo
y dejar para siempre este enorme escombro
que hicieron los que gobernaron el mundo
y nunca pudieron comprender la paz de un solo salvaje.

 

En un barco de papel

I

A mí me gustaría viajar en un barco de papel
en la inmensidad del mar
que es igual de peligroso que el cielo.
Quiero sentirme orgulloso de las ballenas y los peces de colores,
ver el mar millones de veces más pequeño que el infinito,
y ver volar a todas las bandadas de palomas de papel
que se embarcaron conmigo
para recorrer el universo.

 

II

Para alargar la vida hay que perseguir gaviotas
y montarse sobre sus alas para pintar de blanco
el azul del mar.
Las gaviotas viven entre el mar y el cielo
igual que la nostalgia.
Yo tengo una pasión secreta prendida con un alfiler
al triunfo sobre la muerte.
Así van a leer mis poemas los enamorados,
viendo gaviotas entre el mar y el cielo.

 

Cuando me despierto

A la memoria de mi gran amigo
el poeta Luis Rosales

Todos los días me despierto inconsciente
y siento que tengo demasiadas preguntas
que me vienen del sueño:
¿Quién soy bajo el firmamento?
¿A quiénes amo y quiénes me aman?
¿Cuáles tendrían que ser mis quehaceres
para cumplir mi destino?
Yo sé que mi alma vino del cielo estrellado
y que cuando muera mi cuerpo se va a quedar
en la tierra y mi alma regresará de donde vino.
Pero, ¿se da cuenta Dios cuando bajamos
y cuando regresamos?
¿Y cuántas veces bajamos a la tierra
y cuántas veces regresamos al cielo?
¿Los hombres que nacemos con un alma
con recuerdos confusos
vamos a heredar el Reino de los Cielos?

 

Nocturnal

I

Se me vienen rostros, incorporándose
Sobre el desierto de arcilla mestiza de la memoria,
iluminaciones miserables de vasijas, huesos y rocas
del tejido precario de los sueños
en una tempestad de signos y presagios;
voces de nodrizas aquejadas
en la soledad de una mansión cubierta de hojarasca.

Se me viene procesiones de rostros encarnados
desde la palma de la mano que contiene el infinito,
y las rutas de los mapas astrales
que disponen la casa de los astros y los hombres
con el orden de la dicha, o con el desorden de la soledad
y las iluminaciones.

 

II

Las uñas rojas de los pies descalzos
de esta mujer sensual,
las uñas rojas de las ramas de sus manos
y la carne del labio caribe de su boca,
se le pintaron de sangre mientras se divertía,
con la violencia y levedad del instinto de un ángel,
sobre el cuerpo desfallecido de su amante
que agonizó en el candor de la impudicia.

Tirana de la imaginación
haciendo morir el cuerpo con la vida del alma,
como una flor con su perfume que se abre para adentro.

Todo sueño es imperfecto en el júbilo del delirio.
Toda vigilia es insuficiente en el escenario del crimen.
Pero ella no regresa aún,
Y es la sombra del fruto la que duele.

 

Frente al mar

Oigo una música de violín en mi cama
llena de golondrinas
comiendo saltamontes, grillos, libélulas,
escarabajos de jade y oro
y versos hechos con mariposas.
Ahora coloco esa cama frente al mar
y comienzo a decir con mi corazón
los poemas que más he amado
en mi vida alterada.
Y siento que desde lo profundo
del marme oyen 
la incertidumbre y los delfines,
los hipocampos y el temor,
la sal de la vida y las estrellas de mar.
Y el rumor que viene desde el infinito
donde duerme el sol.

 

Construir una estrella

Yo quiero construir una estrella
con aerolitos, rocas de hierro, pedazos
de planetas distantes y desconocidos,
y quiero ponerle un juego de luces brillantes
que cambie de colores según el amor.
Yo quiero construir una estrella para enamorados
que sueñan planetas y países
con habitantes que hablan a los pájaros
y dibujan con las pestañas de un ángel las mariposas
y colorean las frutas ya listas para comérselas
y crean paisajes que anduvieron en sus sueños.
Yo quiero crear una estrella
en donde solo exista el amor
y ver desde muy lejos en este mundo
como se deshacen todas las repuestas
que he buscado toda mi vida.

 

Esperando una estrella

Hoy, igual que todos los días,
espero que llegue a mis manos
un pedazo de cuarzo como señal
de que ha nacido una estrella,
una piedra de ópalo y esmeralda que me diga
que va a ser roja y brillante como Antares,
inmensa como Antares
que es más grande que el sol
y estará rodeada de estrellas azules
como princesas que sostienen los espejos de su reina.
Pero no llega a mis manos como otros días,
se queda en el sueño o en el cielo
y me dice mi corazón que somos
los seres humanos los que subimos a las estrellas
cuando morimos, y que las estrellas solo bajan
cuando esta

 

La fuerza del amor

Yo vi a todos animales cambiar de piel
y ponerse encima, como un abrigo nuevo,
versos que destilan dulzura y paz.
Millones de animales cambiaron
su fiereza por el amor
con millones de poemas en todos los idiomas.
Los hipopótamos, los jaguares, las águilas
con versos de Darío, Witman, Villon, Keats
cubiertos por luminosidades y penumbras
que sienten que la nieve vuela como los ruiseñores.
Todos los animales saben guardar secretos.
Y saben que la belleza de los poemas
les borra el pecado original y los devuelve al Paraíso.

 

Ella es la transparencia

Como una leoparda, siempre
corre con los ojos abiertos para devorar mi alma
y renovar el vicio insaciable de la carne.
Ahora está dormida como una hoja de hierba
doblada por el viento,
ahora su lengua moja sus labios para decir su nombre:
mueres sin dejar huella en mi garra.
Ahora como una reina destronada arrastra mi cadáver
con la hermosura de la muerte.
Ahora es una estrella triste en el cielo
y sueña que se hace leoparda para devorar mi alma.

 

Palabra solar

Tienes una palabra solar cuando hablas
y creas el incienso y el sudario de mi cuerpo
que te ofrece una rosa virgen.
Tienes una palabra solar cuando creas el 
aliento del Niágara con mi sangre.
Así me adivinas el pensamiento 
y pones en mi boca la fruta desnuda.
Tú me regalas tu imaginación y la codicia 
para que yo te haga un poema voraz, 
idéntico a ti, 
con una palabra solar.

 

Cuando mi amor me abrió las puertas del cielo

Cuando mi amor me abrió las puertas del cielo
vi que los ángeles tenían versos en sus alas transparentes
y que todo el cielo infinito se posaba sobre un suelo
tan firme como el universo y la imaginación.
Los colores tienen la virtud del cristal inmaculado
y los pájaros cantan los versos que crean la virtud
de las alas de los ángeles.
Cuando mi amor me abrió las puertas del cielo
vi el origen de la dicha
y ya no supe cómo vivir sin ella.

 

Animales invisibles

Cuando empiecen a aparecer los primeros
animales invisibles
y los tigres de bengala coman de mi mano,
cuando se llene el vacío de soledades,
quiero conocer una palabra que diga la verdad.
Solo la poesía se parece a la verdad.
la arrastra como un océano.
Y se hunde con la belleza de la vida
y la belleza invisible de la muerte.

 

Francisco de Asis Fernández Arellano es poeta, docente y promotor cultural nicaragüense. Estudió Teatro en la Universidad Central de Madrid ucm y en el Teatro de Madrid. Tomó Cursos de Literatura en San Juan de Puerto Rico. Es miembro de la Academia Nicaragüense de la Lengua.

Durante su estancia en México, fundó el Primer Comité de Solidaridad con la Lucha del Pueblo de Nicaragua (1974); fue profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México unam; coordinador de Publicaciones de Cuadernos Punto de Partida (1975-1976); director del Departamento de Literatura del Instituto Nacional de Bellas Artes inba (1976-1978); y coordinador de Talleres Literarios y Premios Nacionales de Literatura y Ensayo (inba). 
Ha sido presidente del Primer Festival Internacional de Poesía de Granada, así como de la Junta Directiva del Festival Internacional de Poesía. Su poesía ha sido publicada en libros, revistas, antologías y suplementos de América Latina, Europa y Estados Unidos de América, por lo cual ha sido traducido a varios idiomas.