Seis minificciones. Juan Manuel Valero

juan-manuel-valeroJuan Manuel Valero, escritor mexicano, profesor y divulgador de ciencia, coautor de la antología Minificcionistas de El Cuento (Ficticia, 2014), nos comparte sus nuevas minificciones.

 

 

 

Seis minificciones
Juan Manuel Valero

 

El vestido rojo

Fuimos a Perisur y mamá perdió el sentido de la realidad. En cuanto entramos al Palacio de Hierro, se olvidó de nosotros. Tuve que hacerme cargo de mi hermanito y perseguirla hasta el departamento de damas. Y esa fue mi perdición. Un vestido rojo de fiesta me llenó la pupila y me olvide de Andrés. Me distraje pensando en cómo convencer a mamá de que me comprara aquella prenda para el baile de graduación. La busqué por media tienda. Cuando finalmente estuvimos juntas, reparamos en la ausencia de mi hermanito. Corrimos a buscarlo, lloramos, nos gritamos, pedimos ayuda, pero no apareció. Ya pasaron dos años, desde entonces, y aún no sabemos nada de él. Cada día, mamá y yo nos odiamos más.

 

La piscina

Roberto se sacó la lotería y se volvió loco. Compró una casa de lujo en Acapulco. El día de la inauguración, llenó la piscina con ron. Necesitó 400 mil botellas de litro, nada más. La ocurrencia le costó 60 millones de pesos. Acabó con su efímera fortuna en una sola noche, por el placer de mirar arder a los invitados en traje de baño.

 

Reacción en cadena

Nos citamos en el parque y ella no llegó. Se hizo de noche, me recosté en una banca y me dormí.

Al poco rato, me despertaron unos policías, me golpearon, me subieron a una patrulla y me volvieron a golpear.

Me llevaron ante el Ministerio Púbico, quien me declaró culpable de vagancia y daños a la Nación. Fui remitido a los separos de la Policía Judicial.

Tres días después, me hicieron cargos como integrante de una peligrosa banda de narcotraficantes y fui acusado de haber participado en una emboscada, donde murieron tres militares y un agente federal.

Fui condenado a 30 años de prisión y estoy recluido en un penal de alta seguridad. Y todo, porque esa tarde ella no llegó.

 

Dulce aventura

El niño se escurrió por la puerta de la cocina, a espaldas de su madre. Bajó las escaleras como un trueno y alcanzó la calle sin que nadie reparara en su salida. Todo iba bien, ningún vecino espía se cruzó en su camino. El fin de la operación parecía lo más sencillo: atravesar la avenida y ganar la otra acera. Desde su posición, podía observar con toda claridad el mostrador de dulces de la tienda, que desde lejos parecía un enorme cofre de cristal lleno de joyas y piedras preciosas. El desenlace fue muy rápido: el auto desapareció dejando a su paso un cuerpo infantil y unas tibias monedas sobre el pavimento.

 

Rojo fugaz

La niña era la más bonita y su familia la más rica de la región. Vivía en una mansión blanca, rodeada de un enorme jardín.

Por las tardes, me daba mis escapadas hasta su casa. Recorría el pueblo entero con la ilusión de encontrarla jugando en el jardín.

Un día tuve la suerte de verla, con sus calcetas blancas y un vestido amarillo, correr con la cara al viento, acompañada de un globo rojo de gas.

Me descuide y me descubrió. Vino hacia mí y soltó el globo.

Ambos levantamos la vista hasta verlo convertirse en un punto rojo. Después desapareció y la niña también.

Jamás la volví a ver.

 

Abandono

La soledad crece dentro del cuarto, engorda a medida que se traga los últimos recuerdos. Ernesto se prende al cigarrillo: luciérnaga feliz en medio de una noche con fantasmas. La cajetilla de Delicados se consume en competencia feroz con su propio desgaste. La tos rompe el silencio, se le desgarra el pecho. El sufrimiento físico no mitiga el otro dolor. Sigue ahí, tumbado boca arriba, en una cama que no volverá a rechinar con los brincos y caricias de Yolanda.

 

 

Juan Manuel Valero Charvel nació en la Ciudad de México, el 24 de abril de 1949. Profesor, periodista, divulgador de la ciencia y escritor. Se hizo divulgador de la ciencia en la revista Información Científica y Tecnológica, la cual dirigió entre 1984 y 1989. Esa publicación ganó en 1986 el Premio Nacional de Periodismo Científico. Es autor del libro de cuentos "La rata de la Merced y otras pequeñas atrocidades", ADN Editores, 1993. El libro obtuvo mención en el premio Casa de las Américas, Cuba, 1984. Es coautor del libro "Voces y ecos del 68", Editorial Porrúa, 2009. Es coautor de la antología "Minificcionistas de El Cuento", Ficticia, 2014. Actualmente, produce la serie radiofónica semanal de literatura "En su tinta". Y dirige el Taller de Literatura del Instituto de Energías Renovables, de la UNAM.